El árbol no les tapó el bosque

Curiosamente, quizás como ninguna otra, la zona sudeste de la ciudad, de Mario Bravo hacia el lado de Miramar y de la Avenida Antártida Argentina hacia la costa, sufre un vacío de instituciones deportivas. En realidad, esa carencia está quedando atrás con la aparición de Banfield, un club nacido y que tiene profundas raíces en el puerto pero que en los últimos años también comenzó a tener su importante lugar junto al bosque Peralta Ramos, con la instalación de su amplio predio deportivo, donde docenas de pibes entrenan diariamente para luego representar a la entidad en los torneos infanto-juveniles de la Liga Marplatense de fútbol.
Después de un par de años de desaceleración en el crecimiento, un grupo de personas muy vinculadas al club de la calle Triunvirato recobró fuerzas para darle un nuevo envión a la institución. Así, de la mano del incansable Roberto Abad, y con gente nueva como Andrés Di Costanzo o Gabriel Di Scala, comenzó una nueva etapa que, lentamente, ya va mostrando sus primeros frutos.
Se pensó en hacer fuerte las inferiores de un club que tenías demasiadas carencias en ese aspecto y para ello se buscó a Marcelo López, un hombre de reconocida trayectoria en el ámbito local por su anterior trabajo en Kimberley.
Y con López llegó un grupo de entrenadores y preparadores físicos que, cuando corría el mes de marzo, comenzó a trabajar arduamente.
Primero, como el propio López admite, se buscó "cantidad" para nutrir a unas inferiores que tenían escasez de personal y ni siquiera disfrutaban de un lugar propio para entrenar, teniéndolo que hacer en plazas u otros espacios públicos. Se sumaron en un par de semanas 80 jóvenes futbolistas y Banfield comenzó a participar con planteles completos.
Ahora, de cara a la temporada que se viene, la apuesta es sumar "calidad", para mejorar aún más los planteles que ya evidenciaron una clara evolución.
"Queremos subir un escalón en cuanto al nivel. Mejoramos bastante y queremos seguir haciéndolo. Por eso encaramos un proceso de pruebas para ir viendo chicos que se sumen a los planteles del año que viene", sostuvo Marcelo López en diálogo con LA CAPITAL.
Los pibes interesados en desarrollar un período de pruebas pueden acercarse a la sede del club Banfield (Triunvirato 1331) desde donde sale el micro que traslada a los planteles al predio. De martes a viernes el micro parte a las 13.30 para los chicos de primera división hasta la categoría 92 y a las 15.30 para los pibes de clases 93 a 96. En tanto que sólo martes y jueves, a las 17.30, el micro transporta a las categorías 97 a 00.
"Además está abierta la escuela de fútbol en el club
(clases 95 a 03), que cumple una función social y recreativa. Aunque días atrás sumamos un chico categoría 96 de la escuela a los planteles de inferiores. En el inicio del proceso se puede sacar chicos de la escuela pero después es más difícil. Porque nosotros primero buscamos cantidad y fichamos 80 pibes. Pero ahora necesitamos calidad. Y para eso tendríamos que incorporar unos 25 jugadores mejores que los que tenemos. Esa es por ahí la etapa más difícil", adelantó el coordinador.
"Yo tengo una pequeña red armada por la zona sur, donde hay que gente que mira en campitos y canchas y me mandan a algunos chicos que ven con condiciones. Y además pegué afiches en la zona del bosque a principios de año. De todas maneras, para esta etapa, al buen jugador generalmente lo tenés que ir a buscar. En muy pocos casos se da que venga solo. Hay que ir a buscarlo a los potreros, organizando torneos barriales, sin cargo y en nuestro predio", tiró sobre el método para localizar a los futuros jugadores del club.
"En lo deportivo nos ordenamos. El fútbol ya funciona íntegramente en el predio. Hay un micro que traslada a los chicos a las prácticas en tres turnos. El año que viene vamos a ser locales en el predio y eso nos va a dar un alivio económico -porque estamos alquilando lugares permanentemente- y también una identificación. Son doce personas que trabajan conmigo, entre técnicos, preparadores físicos y entrenadores de arqueros. En la primera tenemos como titulares a chicos de 16, 17 y 18 años. Hemos conseguido eso, que los chicos de inferiores vayan teniendo roce con los jugadores de primera para ir insertándolos en esos planteles. Llevamos chicos a probar a Buenos Aires. Fueron jugadores a Banfield de AFA y otros tres a River Plate. Todos están siendo seguidos de cerca y quizás algunos puedan quedarse allá en 2009", enumeró López a la hora de hacer un balance de los primeros meses de su gestión al frente de la entidad portuense.
Claro que todo, como sucede en la mayoría de los clubes marplatenses, se hace a pulmón, con el apoyo de unos pocos y el trabajo de un puñado de personas.
"Estamos en plena etapa de proyecciones. Esto es una continuidad de lo que se hizo en un momento, ahora con gente banfileña que tiene ganas de superarse. Se hace difícil porque no hay gente que respalde económicamente, pero bueno, hacemos lo que podemos", dijo Roberto Abad, un hombre que desde su niñez trabaja por el bienestar de Banfield.
"De todos modos vamos bien. Y lo más importante es que me parece que por primera vez en el club tenemos un proyecto serio en la parte deportiva, a cargo de Marcelo López. Cuando nos fijamos en Marcelo lo hicimos apuntando en tener un buen semillero, a mejorar nuestras inferiores, trabajar seriamente. Se han hecho muchas cosas y lo importante es poder mantener este proyecto, que en su primera etapa, este año, fue de armado. Porque él agarró las inferiores en un estado muy malo. Por eso este año se armó y el año que viene se podrán empezar a ver los frutos del trabajo", resaltó Abad.
"Se está emprendiendo un proyecto que es muy importante para el club y necesitamos que se vuelva a acercar gente de la que estuvo. El trabajo con los chicos es fundamental para que el club tenga una base de formación. Y esto lleva un trabajo para poder ver los frutos. Gracias a Dios esos frutos se están viendo más temprano de lo que pensamos. Pero necesitamos ayuda. Queremos que vuelva toda aquella gente que sienta a Banfield como suyo. Acá el que quiere al club tiene que acercarse porque las puertas están abiertas para todos. Si somos muchos vamos a poder hacer un trabajo consensuado. Al ser poca gente todo nos cuesta el doble", expresó por su parte Andrés Di Costanzo, en representación de la sangre joven de una institución que en los últimos años ha tomado nuevos bríos.

0 comentarios:


Más Noticias de Deportes